sábado, 21 de mayo de 2011

Darwinismo y el fin del mundo.

Desde hacia algún tiempo, y cada vez más conforme se acercaba la fecha, en internet se había hecho eco de la noticia de un ruco llamado Harold Camping que había estado diciendo que el mundo se iba a acabar el 21 de mayo del 2011, a las 18:00 hrs. Nos reímos mucho del señor cuando nos fijamos que el reloj ya daba las 18:30 y todavía no estábamos ardiendo en el infierno. Pero no se precipiten, pobres diablos. El fin del mundo sí se dió. A partir de las 18:00 los pecadores nos quedamos aquí, condenados a morir lentamente en el infierno creado por nosotros mismos mientras que los pocos elegidos se fueron al cielo a disfrutar la vida eterna... pronostico que a las 20:00 horas de mañana los pobres cabrones se van a estar muriendo de aburrimiento con el pesado de Jesus nuestro señor, suponiendo que alguien se haya salvado.

Fuera de eso, los que nos quedamos vamos a seguir nuestra vida como la habíamos estado llevando siempre, excepto algunos que creyéndose a rajatabla las palabras del profeta donaron una buena parte de sus posesiones al muy cabrón para financiar la campaña mundial de publicidad del fin del mundo. Total, pensaban ellos, que si el mundo se va a acabar ya no iban a necesitar sus bienes materiales. Desde luego, el profeta no tenía intención de devolver el dinero en caso de que sus predicciones resultaran erradas. El resultado es que algunos de sus seguidores ni salvaron sus almas y ahora se han quedado sin un quinto. Eso es darwinismo en su máxima expresión.

Lo que deberíamos hacer es pronosticar el fin del mundo para el 1ero de enero de cada año e invitar a todos aquellos que quieran la salvación eterna a deshacerse de sus bienes materiales contaminados por el pecado regresandoselos a la embajada del infierno en la tierra (la ciencia), para acto seguido tirarse desde un acantilado el dia 31 de diciembre. Matamos tres pájaros de un tiro:

- Reducimos la sobrepoblacion.
- Eliminamos a los individuos más estúpidos.
- Damos un buen empujón a la ciencia, que tanta falta hace para que éste infierno lo sea cada vez un poco menos.

El tio ese de todos modos dijo que como el 2% de la población se iba a salvar, de modo que ahora mismo veo quienes de mis contactos están en el 2% más piadoso, y si siguen aquí, pues ya chingamos.

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