miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sobre la monogamia (parte I)


Ahí estaba yo, comiendo con mi novia en un restaurante elegante (qué va, era un California...), cuando, no se por qué, sale el tema de las relaciones extramaritales. Le digo despreocupadamente que en ese aspecto no tiene por qué pedirme permiso, que si quiere tener otros novios está en todo su derecho. La mujer se me quedó viendo como si fuera un bicho raro y preguntándose si soy una nueva clase de pervertido o si simplemente tengo baja autoestima. Es por eso que aquí y ahora me tomaré un momento para reflexionar sobre este tema tan delicado, pero si me lo permiten, lo haré desde el principio.

Nuestro viaje de auto-descubrimiento comienza hace sabrá la madre cuántos miles de años, en la época en que los hombres y mujeres todavía tenían que ir de lado a lado siguiendo las manadas y la primavera. En esa sociedad primitiva, no todas las personas eran igualmente buenas para lo mismo, de modo que comenzaron a desarrollarse los oficios primitivos:

- La tribu necesitaba carne de calidad, que solo podía obtener de los grandes herbívoros y que requería coordinación y aptitud física considerable. Los candidatos ideales eran, pues, los hombres más fuertes de la tribu. Al ser los más fuertes, eran también los que mandaban y los que tenían derecho de elegir a sus hembras (y ni que ellas se quejaran por quedarse con los más machotes). Así pues, el hombre fuerte tomó el control de la tribu, que pasó a ser de facto una sociedad patriarcal.

- Las mujeres debían quedarse en el refugio por varias razones: primero, porque prácticamente toda su vida útil se encontraban embarazadas, en lactancia o cuidando niños, cosa esencial para la supervivencia de la especie. Segundo, porque si bien la pérdida de un hombre fuerte como consecuencia de heridas producto de la cacería era un costo llevadero para la tribu, la pérdida de una hembra era, en cambio, un costo irrecuperable, por lo que no se les debía exponer a ningún peligro y su integridad debía ser asegurada a toda costa. Tercero, porque una hembra biológicamente no puede igualarse en poder a un varón saludable. Así pues, las mujeres se quedaron en casa cuidando la prole, pescando y recolectando frutos y bayas, actividades importantes para complementar la dieta del hombre primitivo (y que no arriesgaban innecesariamente a la mujer).

- Las mujeres no podían quedarse solas. La llegada de depredadores (o de tribus enemigas) era una seria posibilidad y, por lo tanto, algunos hombres debían quedarse a vigilar que nada pusiera en peligro a las mujeres (incluído el de ser raptadas y anexadas a la tribu rival). Así pues, los hombres menos fuertes (que no los mas débiles, pues en esa época el hombre débil, tarado o lisiado simplemente moría) se quedaban a asegurarse de que todo marchara en orden mientras los jefes salían a obtener el sustento.

Entonces teníamos en nuestra sociedad primitiva tres individuos bien distintos: los machos alfa (cazadores que elegían a sus parejas y que hacían las reglas), los machos omega (subordinados a los machos alfa y cuya mision era cuidar el campamento) y las hembras (que daban descendencia y buscaban complementar la dieta). Ya puestos los antecedentes, vamos a lo bueno.

El método anticonceptivo es un invento reciente. Miles de años antes de eso, el sexo sólo podía significar una cosa: reproducción. Vamos pues a meternos en esta situación hipotética para hacerlo mas didáctico. Nos encontramos en esta sociedad tribal. Hug es un individuo fuerte, valiente e inteligente, de modo que no es muy aventurado pensar que junto con otros tipos igualmente fuertes, valientes e inteligentes hubiera resultado elegido para salir a cazar y, por lo tanto, también para tomar el control. Su bella pareja, que no puede seguirle el ritmo, se hubiera quedado en casa, teniendo hijos y buscando bayas. Consideremos un tercer individuo y a otros como él: cobarde, no tan fuerte y que, al no pertenecer al grupo alfa, hubiera tenido que quedarse a cuidar el changarro. Y nada de que ellos se quejaran, pues les tocaba sentarse cómodamente a cuidar de las preciosas mujeres.

De este modo, cada día Hug sale a partirse el lomo por varias horas (o incluso hasta que el sol se ponga) para llevar el sustento. Su mujere casi no lo ve (pues Hug se encuentran cazando); en cambio, nota al buen macho omega que se queda en el campamento, que le recoge flores silvestres, que la peina y hace de su confidente y que evidentemente solo quiere una cosa: sexo. Así que cada día la hembra estrecha sus lazos con el macho omega y sentimentalmente se aleja cada vez más de Hug, de modo que al final pasa lo inevitable: su preciosa mujer, que se siente más cómoda con el macho omega y que ve a Hug como un ser lejano y autoritario, decide perderse de vez en cuando en el bosque con el macho omega para hacer más machitos omega. Claro está que la astuta hembra no va a arriesgar su posición en la tribu dándolo a conocer (pues ser pareja del macho alfa tiene ventajas para ella y su prole), de modo que le sigue jurando amor a Hug cuando la realidad es que en su vientre lleva un niño que quizá no sea de él, y que, peor aún, tal ves sea hijo de un individuo que en ningun sentido se podría considerar mejor que Hug.

¿Como podemos, pues, resolver este dilema? Los machos alfa no pueden dejar de cazar, tampoco pueden llevar a todos los hombres con ellos. Pero claro, los machos alfa ponen las reglas y deciden qué se hace, de modo que la solución es sencilla: cada mujer solo puede tener una pareja, y el adulterio será severamente castigado. Noten queridos lectores que dije "cada mujer", sin hacer mención alguna al hombre. Es decir que Hug puede ir y copular con otras mujeres para poder asegurarse una abundante descendencia (que a fin de cuentas, al ser fuerte e inteligente, lo merece, es lo mejor para la especie). Ya no hace falta preocuparse por el macho omega, pues él ya no va a tener mujeres oficiales, y ninguna mujer (o casi ninguna) se arriesgaría a un castigo para irse con él. Así que la monogamia (cada mujer tiene sólo una pareja) en esta sociedad primitiva permite la cohesión social sin arriesgar la descendencia de los más fuertes o el sustento de la tribu.

Así que de esa sociedad arcaica surgieron tres costumbres que en su momento tuvieron razon de ser y hoy no son mas que un lastre:

- El hombre como ser supremo que toma las decisiones.
- La mujer como el sexo débil que debe quedarse en casa.
- La monogamia como amalgama para que el hombre pueda tener múltiples parejas y, aún así, asegurar su descendencia.

Ahora veamos qué ha sido de estos tres conceptos:

- La sociedad patriarcal se desintegra: cada ves más mujeres llevan el sustento a la casa y toman decisiones junto con sus parejas.
- La mujer se emancipa: en nuestra sociedad pocos se sorprenderían por el hecho de que una hermosa mujer haya decidido estudiar medicina y contribuir al bienestar social en lugar de casarse a los 18 y dedicarse a cuidar mocosos.
- La monogamia, en cambio, sigue igual de fuerte, a pesar de que en nuestra época el sexo dejó de ser, en el 99.9% de los casos, un acto de reproducción para convertirse en un acto de placer e identificación. Claro que ahora nos decimos civilizados y ya no podemos castigar a la mujer adúltera apedreándola hasta la muerte. En cambio, si una mujer tiene varias parejas, podemos decirle puta, fácil, ramera, perdida, mujerzuela o muchos otros insultos que a su modo son igualmente efectivos para asegurar nuestro dominio.

Así pues, si en esta sociedad civilizada cualquier mujer inteligente no aceptaría que la relegaran al hogar, si no aceptaría que su pareja tomara las decisiones y dijera cuando toca sexo, cuando salen y cuando puede ver a sus amigas, ¿por qué coño sigue pensando que no puede tener varias parejas? ¿Qué sentido tiene la monogamia en una sociedad civilizada que ya cuenta con métodos anticonceptivos? De verdad, ¿qué sentido tiene?

2 comentarios:

  1. La monogamia (cada hombre o mujer tiene una sola pareja) es una decisión que tiene sus ventajas.

    Si un hombre y una mujer desean tener hijos y se comprometen a educarlos y mantenerlos juntos puede ser buena idea que se casen para obtener cobertura legal en caso de que el otro cónyuge renuncie a mitad.

    Es muy posible que ninguno de los dos le de mucha importancia a tener más parejas y prefiera que su cónyuge no las tenga.

    No se de donde sacas lo de que el hombre tenga varias parejas, eso es poligamia (concretamente poliginia).

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    1. Gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo en que la monogamia puede llegar a tener ventajas y esta bien en tanto no se vea como un dogma inamovible que todos deban respetar, sino como una decision personal y, desde luego, que sea clara para la pareja desde el inicio de la relacion.

      No se de donde sacas lo de que el hombre tenga varias parejas, eso es poligamia (concretamente poliginia).

      Pues, del diccionario, jo.

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